Buenas noches tengan todos ustedes, y bienvenidos a este magno evento que se titula: Dave escribiendo de nuevo, o en subtítulos, al fin me decidí y tengo tiempo para ello.
Nuestro tema de hoy se viene cuajando por años, y es algo como las plagas de Moisés, inevitable y contundente, arrasador, y tranquilizante a la vez, porque después de que pasó, pasó, ¿qué hizo Faraón después? Bueno, no tomar las mejores decisiones (perseguir a Moises a traves del mar rojo abierto por un milagro alv, y perecer en el proceso).
Hace muchos años, muchos muchos muchos años, recuerdo a un más joven yo decir el típico de adolescente: cuando sea grande voy a hacer lo que yo quiera y cuando quiera, es más, voy a trabajar y a tener dinero para irme a las maquinitas todo el día. ¿Eso pasó?, irrelevante... aunque creo que sí pasó. Ah ya sé: Cuando sea grande voy a comprarme todos los videojuegos que quiera... espera, eso también ya pasó, es más, sigue pasando. Porque me resulta risible que a estas alturas la gente no supere la "guerra de las consolas" y simplemente se dedique a comprar los juegos que quiere jugar indepentientemente de la conzola o la compañía que la fabrique, pero tal vez estoy hablando desde mi privilegio, de nuevo...
Empecemos de nuevo.
A todos nos pasó por la cabeza ese pensamiento vanal y áltamente estúpido e irresponsable, porque así somos de jóvenes, banales e irresponsables (no sé cómo se escribe banalidad, con v o b, y no iré a buscar, se me va el flow). Y es normal, es parte del proceso de crecer, o envejecer más bien.
Cuenta la leyenda que un joven unDave sería siempre joven, al menos en apariencia, y oh sorpresa, es algo que no pasó, no está pasando, y no se le puede meter freno a eso; así es, la edad me está alcanzando.
En confidencia les puedo contar que cargo, hoy en día, con una expareja que me negó a mi hijo por 6 años (y contando), ya ha de tener sus buenos 11 años a punto de cumplir los 12, porque sí seré olvidadizo, pero hay cosas que no perdona la memoria... y la culpa. ¿Y luego?, bueno, me aventé un alacrán muy cabrón al calzón (así lo digo yo), que es ser padre de una niña que no es mía, pero saben... como el Witcher, es mía, porque el destino nos unió, de hecho me unió a ella mucho antes de pensar unirme con mi actual pareja. Ah sí, y de eso salió otro engendro del demonio que también amo y desvivo por él, ¿cuántos van?, ah sí, 3, a los 35 años que tengo.
El sueño de ser adulto, dentro del razonamiento adolescente y como parte del desarrollo del ser ideal viene acompañado del sueño de algún día tener la independencia económica y parentar para, oh sorpresa, hacer de todo cuando nos venga en gana. Y es cierto, parcialmente, o por un momento, y así por un momento, como en un sueño, despiertas y la realidad te da un madrazo en la cara, o al menos eso es lo que me pasó a mi.
¿Porqué me veía tan joven?, bueno, dentro de un gran rango de teorías e ideas que pueda tener al respecto que puedan explicar ese fenómeno, una de las más acertadas (y aterrizadas) que se me pueden venir a la mente es que me sentía aún joven. De nuevo, no por mucho tiempo.
(Muajajajaja) Atte: La vida
Y no es cosa que no me sienta joven, por X o Y (siempre metiendo las matemáticas en todo), la vida me ha regalado increíbles lecciones y aprendizaje a diestra y siniestra, ¿qué hace unDave? Ah no, renegar, renegar de todo, renegar que tengo 30 y me veo de 20, ¿por qué? Ajá... buena pregunta, tengo una mejor... ¿A costa de qué?
Porque la realidad nos llega a todos, tarde o temprano, el karma nos alcanza es esta vida, y no se trata de buenas acciones vs malas acciones (a veces sí un poco), sino de que lo que hacemos aquí se paga aquí, así que a menos que sienta o piense que me voy a morir pronto como para que se las cobre ahorita, sólo me queda asumir o imaginar que ha de pensar el buen karma algo como lo siguiente: Ah pues... aquí estoy de una vez, ahhhh... ¿usted no aprende verdad?.
Poque... la verdad no sé por qué, se me fue el tren de pensamiento.
*Pausa*
*retomemos, hermanos, el salmo*
Personalmente y a título personal, desde luego, siento que muchas de las cosas que quería hacer de adolescente se cortaron cuando me aventé la bronca de ser pareja, vivir separado de mi familia, y tener un hijo, que si bien puedo decir que no fue una de las mejores decisiones de mi vida, o con la mejor persona disponible (incluído yo), es una chamba que me aventé a hacer, y un hijo no es algo que simplemente se deja por ahí... o al menos, dentro de lo que mis valores y responsabilidad concierne, no lo es, para mi y por mi, y para mis hijos. Pero de nueva cuenta, no es algo que me haya "pasado", es algo que decidí tener, hacer, y de lo que decidí hacerme cargo. Y así toda una serie y suseción de cosas (otra palabra que no conozco bien), y así para acá.
Actualmente, bello público conocedor, tengo 35 años, y si me pongo a leer mis blogs pasados, con un chiiiiingo de pena y verguenza, me daré cuenta que no muchas cosas han cambiado sustancialmente desde esas antañas letras.
Decidí hacerme cargo de un hijo que no era mío, pero que me eligió (es un hijo sorpresa), decidí dejar ir a mi primogénito (de lo cuál me arrepiento porque no fui lo suficientemente fuerte para afrontarlo y hacerme cargo). *refiera usted a los post anteriores, seguro hay algo ahí. Y también decidimos tener un pequeño demonio además de todo, y con una persona que, a decir verdad, conocía muy poco. ¿Y qué pasó? Pues PEDOS.
Pedos everywhere.
¿Y saben qué?, no es culpa de nadie, no es que no sea mi culpa, no señor, es mi responsabilidad, es un alacrán que decidí echarme al calzón, y órale pues, o la bebes o la derramas.
Hay covid desde hace 2 años, 2 largos y complicados años, con la muerte respirando en el cuello de cualquiera en cualquier moento. Es un juego de dados, donde la apuesta es a veces muy grande como para pensar que es justo, pero es, está, ni caso tiene quejarse. ¿Y cómo me paró esa chinguita? No lo sé, aún no lo sé, y el no saber es un problema.
Caso A: viví sólo por un tiempo, en mi espacio y a mis anchas, lo que se me antojó hacer lo hice a mi gusto, ¿y era bueno?, nah, la verdad no, la realidad me volvió a alcanzar con los pantalones abajo.
Caso B: ¿Mi relación? Jajajaja, ¿vamos allá? ¿Ora pues?, 'ora pues. Porque igual, no es algo que me haya tomado por sorpresa (bueno sí un poco), pero no es algo que me haya obligado o a la fuerza (bueno sí un poco), bueno pero no es algo de lo que me arrepienta... ¿ah verdad?. Bingo, de nuevo regresamos a las decisiones y a las consecuencias.
Está cabrón, que a esta edad, no tenga resuelta ni la mitad de cosas que pensé que tendría resueltas, y que deberían estarlo... ah pero por mi, para mi, no porque alguien me diga que tengo que hacerlo... que lo han hecho.
Hace poco por fin conocí a un amigo de años, AÑOS, 20 años atrás, y apenas lo conocí en persona, y puedo decir que es una persona maravillosa, y que me da gusto tenerlo en mi vida, porque a pesar de todo, está, estuvo, y espero esté, después de que mucha gente se fue, él siguió ahí... y ya lo conocí jajaja.... ja....
Me doy cuenta que nuestra generación, en particular el círculo donde me desarrollé y desenvolví, fue un lugar bien particular y aislado de la generalidad, es un círculo bastante falto de identidad y propósito, y es aquí donde hago la obligada mención: Lean Fight Club, así es, LEAN FIGHT CLUB.
Punto muy aparte, que podría explorar después, muy muy muy aparte, lo que considero, y veo en muchas partes, la falta de identidad y pertenencia de mucha gente de mi generación.
Suena "Where is everybody?" de Nine Inch Nails.
Pero basta de esa falta de pertenencia y de crísis existenciales, que a eso no ha venido querido lector, a leer como mi quejadumbría alcanza nuevos tintes.
NO.
Hoy NO.
Hoy me encuentro frente al espejo un reflejo de alguien que la ha pasado cabrón, y que mucho de eso fue su culpa. Alguien que debería hacerse responsable del reguero que hizo y de haberse echado a corrar, de muchas peleas, no físicas, pero sí del alma.
Hoy... después de muchos años de negación y escapismo, la edad me está alcanzando, las responsabilidades me están alcanzando, y no es porque sean inevitables, su inevitabilidad no viene acompañada de un sentimiento de desesperación o amsiedad (al menos ya no), y bueno, hay que sacar el barco adelante.
En retrospectiva... me veo a mi mismo ya con un poco de orgullo, de saber que sí he hecho cosas, y que las cosas que vienen, las cconsecuencias, me las puedo echar al hombro, con más conciencia, asumiento la inevitabilidad de las cosas con gusto, con emoción, como un reto a superar.
Me decía mi mujer "ya estás en la mesa de los niños grandes" y wow, es algo que pedí por años, y ahora aqui estoy, y la vida me regala pequeñas cosas, como ver a una versión de mi mismo en otros, hacer cosas que hacía y que se que debo dejar de hacer, porque tiene que caber en uno...
Y aquí estoy, ya no parezco chamaco, el estrés acabó con mi cabello, mi estomago, mi rodilla, mi cara.
Y está bien. Me tomó por sorpresa, inevitablemente, como era de esperarse, ya no corro tan rápido de ella como antes, y saben... queridos lectores que aún siguen aquí, no es que quiera correr más de ella, es sólo que... me agarra tan poco preparado que... me enoja. Jajajaja.
Ei...
Está cabrón... por todos lados... en todas partes... la muerte nos respira en cada esquina... más que antes, y no es hora de bajar la guardia, porque el mundo es culero, y hemos traído a nuestros vástagos a vivir en el mierdero que estamos haciendo, así que o lo arreglamos, o les enseñamos a sobrevivir en él y salir adelante, y como dirían por ahí, qué mejor que con el ejemplo.
Y no hagas nada que yo no haría.
Escucho a mi hija decir lo mismo que yo decía de joven, que ojalá ya fuera adulto, y mi mujer concuerda conmigo cuando nos vemos silenciosamente el uno al otrro con cara de (está pasando, es hoy es hoy), y le repito lo mismo que me decía mi madre, que le decía su padre, que no hay prisa. Y sólo espero que en el momento en que ella vaya a correr, no sea de su vida, de sus decisiones, de sus consecuencias, sino que corra porque está brincandole a la vida al cuello para darle un mordizco y arrancarle un pedazo.
A mi hijo... espero que esté bien, donde quiera que esté, y espero que me recuerde y que sepa que siempre pienso en él y que me rompió, y rompe, el corazón y el alma, no poder hablar con él, verlo, abrazarlo, y decirle que lo lamento.
Porque Wish You Were Here dura cinco minútos, y te duele toda el alma.
Enero es un mes complicado para mi.
La crisis de otro año cumplido y pocas metas con él.
Mi abuelo... el jefe de la casa, mi primer padre, murió hace un año, y soy el único que no fue a su lecho de muerte ahablar con él, porque... maldita ira, y malas decisiones...
Nos dejó David Bowie y se unió a las estrellas, y espero un día ser digno de estar por esos rumbos.
Murió Polo, mi gato paloma, mi gato niño, mi gato mayonesero, en un arranque de malas decisiones.
Y por otro lado es el cumpleaños de mi hija. Una luz en este pinche tunel culero que es Enero.
Supongo, espero, deseo, que más adelante las cosas valgan la pena, porque para eso trabajamos, y un poquito para mi, un poquito para ella, y un poquito para ellos, que no pidieron nacer.
Con este poquito me despido y termino mi fuego y pasión por escribir, y espero que regrese antes de que muera en mi. Gracias Charles, la inevitabilidad del recordatorio me hace conciente de eso, y que venga lo que tenga que venir.
Dejamos de escuchar a Manson en la casa, siendo un poco coherentes con los valores que intentamos inculcar, así que esta noche, acompañando estas breves palabras de reflexión, con ustedes:
Y vaya que fue un viaje, y continúa, y como diría George Carlin, y así, un momento, y un momento pasó, y uno puede soñar, y así ese momento, gracias por pasarlo por aquí.
Delta Dawn
What's that flower you have on?
Could it be a faded rose from days gone by?
And did I hear you say
He was meeting you here today
To take you to his mansion in the sky
-by unDave™